Uno de los más famosos barrios de Lisboa es sin duda el barrio de Alfama, en décadas pasadas hogar de pescadores, hoy en día lo habitan familias portuguesas ( y uno que otro expatriado) que han ocupados sus casas desde muchas generaciones atrás.

Es junto al vecino barrio Mouraria, la cuna de la música Fado.

Está repleto de restaurantes o tascas típicas donde puedes comer auténtica comida portuguesa por poco dinero. Lo más divertido aquí es recorrer sus calles estrechas que forman laberintos donde no importa perderse.

Una buena opción para comenzar el recorrido por Alfama es subirnos al tranvía 28 en la Plaza de Martim Moniz y bajar en la parada frente al Panteón Nacional, que reconoceras enseguida por su enorme cúpula.

Justo al lado se encuentra otro famoso mirador de Lisboa, el Mirador de Santa Lucía. Desde este mirador de aire romántico disfrutaremos de una panorámica magnífica de Alfama y del Tajo: veremos la Iglesia de San Esteban, las torres blancas de San Miguel y la cúpula de Santa Engracia.

La pequeña Sé (Catedral de Lisboa) nos espera algo más abajo. Descendiendo entre sus plazoletas y escalinatas, en dirección al río, iremos topándonos con alguno de sus edificios más carismáticos, como la Casa dos Bicos o el Museo del Fado.