Lisboa es una ciudad iluminada. El Tajo y el sol, casi siempre presente, hacen de la capital portuguesa un espejo de color, en el que la belleza y singularidad arquitectónica no pasan desapercibidas.
Caminar por una Lisboa con mil años de historia, rica en monumentos, barrios característicos donde la ciudad nació y permanece más genuina.
Visitar la Lisboa del Tajo con una zona ribereña dedicada al ocio y que une la monumental zona de Belém con el moderno Parque de las Naciones
Divertirse en una Lisboa llena de noches animadas hasta altas horas.
Sacar partido de una Lisboa más deportista con el Golf y el mar tan cerca.
Disfrutar de una Lisboa más calmada en sus parques, jardines, miradores, cafeterías y terrazas.
Tener una Lisboa de puro placer en su gastronomía, en sus hoteles de lujo, en los Spas y en las zonas de compras.